Como investigador de lombrices de tierra, he comprobado a menudo cuál es la reacción frente a estos animales. Desde la indiferencia yendo hasta la repulsión, parece que poco tiene que ver con el hecho de que sus vidas de incógnito transcurren bajo tierra.
El problema, parece ser, además de una asociación totalmente equivocada de estos animales con lo sucio, es que no hay ranas puntas de flecha en este grupo. No hay mariposas monarca, ni nudibranquios llenos de color. El público en general se ve atraído (y no es reprochable) por esas especies bandera que, sin importar que se traten de "bichos", son llamativas o directamente bellas.
Pues afortunadamente tengo un hallazgo (personal, la especie no es ni mucho menos nueva) que puede cambiar mucho la opinión general sobre estos animales.
Os presento a Archipheretima middletoni.
Esta espectacular lombriz de tierra pertenece a la familia Megascolecidae, y habita en Filipinas. Entre sus peculiaridades tiene un tamaño bastante respetable (más de 20 cm de longitud), no cava galerías (probablemente viva bajo la hojarasca) y permanece completamente inmóvil cuando se manipula.
Es muy probable que su coloración (por la que se la conoce también como lombriz huevo frito) le sirva de camuflaje, imitando las manchas de luz que se filtran entre las copas de los árboles, o rompiendo su silueta. Desde luego, los testimonios de aquellos que las han visto en la naturaleza aseguran que son realmente difíciles de ver.
Este es sólo un ejemplo de las muchas sorpresas que esconden las lombrices de tierra. Espero que cada vez pasen menos desapercibidas.
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